España es el cuarto país con más casos de este cáncer atribuibles a la acción de los trihalometanos que contiene el agua

Fuente: Diario ABC

¿Es el agua potable perjudicial para la salud? Estudios epidemiológicos sugieren una respuesta afirmativa a esta pregunta pero hasta ahora ningún estudio científico había «puesto cifras» a la posible relación entre el consumo del agua del grifo y el riesgo de sufrir cáncer.

Una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por La Caixa, en la que se ha analizado el agua potable de 26 países de la UE, relaciona hasta un total de 6.500 casos de cáncer de vejiga –el 5 por ciento del total registrados cada año– con la exposición a los químicos que contiene el agua del grifo, ya sea por ingesta, inhalación o exposición dérmica.

El estudio, publicado en la revista Environmental Health Perspectives, ha analizado por primera vez la presencia de trihalometanos (THM), compuestos volátiles que se generan después de desinfectar el agua con productos químicos, en el agua doméstica de esos países y su impacto en la salud. Las conclusiones evidencian la relación entre la incidencia de la enfermedad y la exposición a estos tóxicos y sitúa a España entre los países con el promedio más elevado de casos de cáncer de vejiga atribuibles a esta exposición. Con un 11 por ciento de casos relacionados, es el cuarto de Europa con mayor afectación, por detrás de Chipre (23%), Malta (17%) e Irlanda (17%), según explica a ABC Cristina Villanueva, investigadora del ISGlobal, coordinadora del estudio.

En cuanto al porcentaje de casos atribuibles de cáncer de vejiga por la exposición a trihalometanos, Chipre (23%), Malta (17%) , Irlanda (17%), España (11%) y Grecia (10%) fueron los países que mostraron los porcentajes más elevados. En el extremo opuesto, se encontraban Dinamarca (0%), Países Bajos (0,1%), Alemania (0,2%), Austria (0,4%) y Lituania (0,4%).

«En los últimos 20 años, se han realizado esfuerzos importantes para reducir los niveles de trihalometanos en diversos países de la UE, incluyendo España. Sin embargo, los niveles actuales en ciertos países aún podrían conducir a una carga considerable de cáncer de vejiga que podría evitarse mediante la optimización del tratamiento del agua, desinfección y prácticas de distribución, entre otras posibles medidas», valora Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal.