Las carnes, junto con el pescado, tal vez sean los productos más perecederos. Para su conservación y almacenamiento se requiere el frío y la congelación, pero no basta con esto. Los gérmenes y mohos que habitan en la superficie y que han sido paralizados mediante el frío, vuelven a recobrar su vigor cuando retoman la temperatura ambiente. El ozono destruye estos agentes dañinos, garantizando una asepsia total del producto. Además, se obtiene un mejor aspecto y presentación, así como la desodorización de las cámaras.

 

 

BENEFICIOS DEL OZONO EN AIRE

En cámaras frigoríficas:

El OZONO alarga hasta un 50% más el tiempo de conservación y además ayuda a eliminar de forma radical y definitiva olores, virus, mohos, hongos, bacterias, y microorganismos, responsables del deterioro de los alimentos perecederos, conservándolos durante más tiempo, y mejorando su aspecto y sabor.

El uso de hielo hecho con agua de mar ozonizada permite crear una capa de hielo ozonizado que recubre el pescado beneficiando su conservación, tanto cuando se produce el lavado, como cuando dicho hielo se funde, dado que el OZONO presenta una acción bactericida con respecto a los microorganismos que presenta la superficie del pescado.

 

En los camiones frigoríficos: 

Decisivo el transporte frigo-conservado, ya que los puntos de pesca y los centros de consumo suelen estar separados por largas distancias. Es necesario la ozonización en los camiones isotérmicos hasta las pescaderías. El OZONO mantiene el habitáculo estéril, sin olores, y sin agentes patógenos que puedan afectar la calidad del pescado. Al mantener el ambiente libre de bacterias y microorganismo, prolonga el tiempo de conservación de la materia prima.

 

En las neveras expositoras:

Especialmente en las pescaderías, donde la mercancía se expone al público en ocasiones a temperatura ambiente. Está especialmente indicado en vitrinas frigoríficas, donde el ozono conserva el saludable aspecto del marisco y pescado, evitando el olor tan penetrante que ocasiona molestias a la clientela. Permite mantener el pescado por más tiempo y un aspecto visual de frescor por más tiempo, eliminando los posibles olores a pescado, y manteniendo las neveras totalmente estériles.

 

En los ambientes de trabajo:

Mantiene las bodegas, las cámaras, las neveras, y los locales estériles, libres de virus, mohos, hongos y bacterias, y reduce las bajas laborales por contagios víricos y bacterianos entre los trabajadores. Asimismo, ayuda a reducir el cansancio y los dolores de cabeza por trabajar en ambientes ricos en oxígeno.

 

En los aseos:

Elimina las emanaciones fecales de forma rápida y permanente, además de esterilizar los ASEOS. El OZONO actúa 3.000 veces más rápido que el cloro sin ninguno de sus inconvenientes, y actúa de manera natural, respetando el medio ambiente.

 

En ropa y uniformes de trabajo:

Garantiza la higiene y desodorización de la vestimenta, evitando introducir gérmenes a las instalaciones desde el exterior (que pueden afectar al pescado). Manteniendo la ropa libre de olores al salir de la jornada laboral.

 

BENEFICIOS DEL OZONO EN AGUA

En el lavado de pescado y marisco, al usar agua ozonizada previene la contaminación de la materia prima por agentes contaminantes existentes en la piel del pescado y en el ambiente, además de alargar el tiempo de conservación y mejorar su aspecto. En el lavado de las instalaciones y maquinarias, por su efecto virulicida, bactericida, y fungicida, mantiene las instalaciones libres de microorganismos patógenos, ayudando a mantener un ambiente estéril libre de olores.

Para lavar, esterilizar y quitar malos olores de las manos, el OZONO permite desinfectar sin productos químicos a la vez que elimina todo resto de olor de las manos de los trabajadores. Por su acción de esterilizar, ayuda a reducir el uso de productos químicos para la desinfección.

Proceso de fabricación de HIELO

La utilización de hielo para la conservación de alimentos frescos perecederos, tales como los productos de pesca, data de tiempo inmemorial y si bien es cierto que el frío juega  un importante papel en este aspecto, logrando retardar los procesos de maduración y descomposición, las bajas temperaturas no tienen capacidad para eliminar los microorganismos, ya que tan solo impiden su proliferación permaneciendo éstos en estados de vida latente o en sus formas de resistencia (esporas).

Tradicionalmente los métodos de refrigeración se han basado en la adición al pescado de hielo en escamas. Sin embargo, en los últimos años, las tecnologías de refrigeración han experimentado grandes avances en el sentido de adicionar sales a la mezcla de hielo-agua, consiguiéndose temperaturas de refrigeración por debajo de cero grados. Sobre esta base física se ha desarrollado diferentes sistemas que se denominan  genéricamente «sistemas de hielo líquido».

Resultados visibles

La uso de hielo líquido ozonizado para la conservación en estado refrigerado de pescado permite un mayor control microbiológico en su superficie, que se traduce en una menor difusión microbiana hacia el músculo en comparación con los almacenados en hielo tradicional y hielo líquido. El tratamiento con ozono no altera el PH del producto ni su contenido graso y, además, alarga la vida útil del alimento.